El pasado sábado 23 de octubre estuve en la tienda de instrumentos musicales Sol 34, en la ciudad de La Coruña, entrevistando a su dueño por una actividad que surgió de una de las materias que curso en el ciclo superior de Técnica de Sonido.
A continuación les dejo la charla que tuvimos y algunos fragmentos de audio de los mejores momentos.
¿Qué experiencia laboral tuviste antes de emprender?
Músico, fui repartidor de propagandas, trabajé en una consultoría, en un almacén de metal, fui camarero, hice de todo…
¿Recuerdas cuándo comenzaste a pensar en tener tu propio negocio?
A los 33 años, puse la tienda a los 37 más o menos, y ahora tengo 48.
¿Cuál fue tu principal motivación para crear tu propia empresa?
La vejez y el no tener que depender de otra persona.
¿Por qué elegiste este sector?
Porque yo era músico y noté que se necesitaba cumplir una necesidad dentro de la población en la que me ubicaba, y ví que desde Cee hasta Carballo no había ninguna tienda de música, lo más próximo a eso era una tienda de zapatillas en Cee donde el señor que vende, toca la guitarra, y no me preguntes cómo, pero se las ingenió para que le manden cuerdas, entonces ahí se podían comprar cuerdas.
Ni en Zas, ni en Coristanco, ni en Razo, ni en Laracha había tiendas de música.
¿Qué opiniones recibiste cuando comentaste tu idea de emprendimiento?
La gente no me decía nada, tampoco creo que yo les importara mucho(risas)…
La única cosa que se podía hacer era intentarlo, y antes de que Amazon empezara a vender instrumentos no iba mal, incluso estando Thomman no fue mal, pero cuando Amazon empezó a vender fue donde se acabó el rollo, al haber mucha población rural, la gente se acostumbró que pagando Premium le llegaba a casa y dejó de comprar. Esto fue una debacle para la tienda de Carballo.
¿Te sentías preparado para iniciar el emprendimiento en el momento en que lo creaste?
Tenía información, había ido a la cámara de comercio, había hecho un estudio de mercado y con la información que contaba se podía hacer una previsión de los ingresos, que para nada fue la misma.
Por mucho que te prepares nunca estás preparado, la realidad es otra, y en sitios pequeños además del establecimiento, importa la persona, es decir, que si la gente no tiene referencias tuyas es complicado empezar. Este aspecto cambia un poco en lugares más grandes. Por suerte en ese sentido a mí me fue bien.
¿Qué habilidades crees que se necesitan para ser emprendedor?
Tener dinero… El problema de un emprendedor son los créditos, los créditos te matan. Yo conseguí el dinero a través del Instituto de Crédito Oficial y para eso tuve que pedirle a mi banco que presentase mi proyecto (porque si lo llevas tú no lo miran igual). Entonces sabiendo eso, y con IGAPE, conseguimos meter presión para que el del banco mandara el crédito, aunque tuve que pagar la gestión que no fue precisamente barata.
¿Con qué recursos contaste al crear la empresa?
Con mis ahorros y mi locura.
¿Qué dificultades te encontraste en las diferentes etapas del desarrollo de la empresa?
No conocer bien la población. En Galicia la gente cambia mucho según en qué área se mueve, por ejemplo, aquí en la Costa da Morte los grupos son más duros, más rockeros, en cambio en la Coruña, son más de rock clásico, un rock más pijo por así decirlo.
Conocer el público es muy importante y saber qué quieren.
Una de las desventajas de tener tu propio negocio es la dificultad para desconectar de la actividad laboral, ¿en tu caso qué dificultad representa en tu vida?
Ninguna, a mí me importa todo muy poco. Yo tengo que hacer mis declaraciones de impuestos cada tres meses. Me ocupo de pagarlas, pero yo no vendo cientos de miles de millones de euros para tener un estrés acumulado, ni siquiera vendo lo que el Carrefour. Eso es un poco si te va muy bien y vas creciendo y quieres tenerlo todo de tu mano y todo controlado. Al final todo el mundo se da cuenta que hay que delegar en personas. El arte de sobrevivir depende de quién delegas; Zara tiene éxito porque nadie le robo, si le entran 4 de mi barrio se hunde a los tres meses (risas). El principal problema de una persona que tiene mucho personal es el robo.
¿Cómo ha afectado la pandemia a tu negocio?
Hundiéndolo. Hundiéndolo literalmente. Ningún músico tocando, todo cerrado, ninguna ayuda para el alquiler (aunque ahora estoy pendiente de una) pagar autónomos, etc. Todos los clientes, los conservatorios, teatros y discotecas cerradas, todo aquello que proyecte música, ¡prohibida!, ¡cerrada!
La sensación que tuve es que no es importante que yo sobreviva, lo que es importante es que yo pague impuestos. Porque yo pagar, he pagado, y me he gastado todo lo que tenía, y tienes que volver a endeudarte; tuve que ir otra vez al banco y salí de ahí como pude.
¿Alguna vez te has planteado dejar la empresa?
Nunca me he planteado dejar la empresa, sino en reconvertirla. Pues, ahora doy clases, vendo instrumentos, grabo a chicos, hago producciones, y si me dejas que te limpie los cristales de tu casa, pues también lo hago…
Nunca dejes tu negocio, aunque tengas que hacer otras cosas para que este exista. Lo importante es que permanezca en el tiempo y luego Dios dirá… ¿cómo se sobrevive? pues pasándolo mal, por desgracia…me gustaría tener una casa con piscina, pero tengo una casa con humedades (risas).
En tu caso tuviste una tienda en Carballo antes de mudarte A Coruña, ¿qué te llevó al cambio y que representó esto a nivel personal y empresarial?
Pues, no ver a mis hijos fue el principal problema, salía de casa a las 9, comía en Carballo y volvía a las 21.30. Además, el motivo fue que con lo que me gastaba en peajes y en gasolina, podía ahorrarlo y acceder a un local en La Coruña, y me di cuenta también que por ejemplo tenía clientes que me decían: "las cañas de saxofón me las compra mi hijo que va a trabajar todos los días a Coruña" y yo les decía "pero si tienes aquí exactamente las mismas cañas de la misma marca y modelo" y me decían "es que la compramos en La Coruña".
Esto tiene que ver con una mentalidad, en la que las tiendas de Carballo antiguamente, abusaban de la localización. Trasladarse de Carballo a Coruña llevaba mucho tiempo y las carreteras eran muy malas, y las tiendas eran carísimas, por eso los fines de semana muchísima gente de Carballo se trasladaba a Coruña a comprar.
¿Qué errores crees que cometiste durante la actividad o que crees que hoy harías diferente?
Los errores más grandes que cometí tienen que ver con la predicción anual, en los dos primeros años vendí 30 pianos por año, entonces el tercer año se me ocurrió la genial idea de pedir 30 pianos para no pagar portes, y claro, tardé 4 años en venderlos.
Lo que tú hagas en un año no es una estadística fiable ni lo que hagas en dos, a partir del 5º año tú puedes ir haciendo previsiones y por ejemplo comprar el 30% de lo que compraste el año pasado, y así la cosa te puede salir un poco mal, pero no tan mal.
¿Puedes mencionar algún momento clave o anécdota?
Uy… una vez entró una señora a comprar un paraguas de notas musicales y eso me dejó de piedra… ¡claro, como esto es una tienda de instrumentos, lo lógico sería que tuviera paraguas con notas musicales pintadas!
Y la más grave que me pasó aquí en Coruña, es que en la tienda no tengo calefacción, pero pongo una estufa de gas, y entró un señor a preguntar cuánto valía la estufa de gas, si estaba a la venta, y le digo "¡pero si esto está lleno de guitarras!".
También la gente viendo el escaparate lleno de guitarras, con un tío tocando la guitarra dentro, entra y te pregunta ¡¿aquí venden instrumentos?! (risas)
¿Qué mensaje o consejo les darías a todas aquellas personas que quieren iniciarse como empresarios?
El primer paso hacia el fracaso es intentarlo, decía Homer Simpson.
No pienso que uno nunca deba dejar de hacer algo que quiera e intentar no morir sin hacerlo. La obligación de sobrevivir va a ser lo que te saque hacia adelante.
Aquí les dejo su instagram @sol34instrumentosmusicales y su pagina www.sol34.es
Por supuesto un agradecimiento especial a Paco por la predisposición y la buena onda de siempre!
Mar.
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